Y algo aprendí.....

Infinitas hebras de plata
Contorneadas y suaves,
Suavemente, en un segundo
Se cristalizan bajo el tono de tu voz
Eterna y comprensiva.
En los afilados cristales se desata
La pena y el miedo indominables,
Por la traquea invencibles escarpando
Los siento más angustiantes que la angustia y
Más fríos quel frío.
Tu mirada encuentro, sin querer
Y como un vomito llega a mi rostro
La contorsión rígida del arrepentimiento.
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